viernes, 24 de febrero de 2012

Porque son todo, y no necesito más.






Explicar lo que son para mí sería como explicar a que sabe el agua, a que huele el viento, como se ve el cielo cuando yo estoy durmiendo, como es el ruido de un árbol al caer cuando no estoy cerca, o como es el tacto de sus manos cuando están lejos de mí. 
Es imposible decir con palabras lo adorables, únicas, preciosas, perfectas, y necesarias que son para mí, cada una de ellas es un mundo, un mundo moreno, o un mundo rubio, un mundo de ojos marrones, o un mundo de ojos azules, un mundo que llora, pero que siempre rie, un mundo que cuando se cae, se sabe levantar y un mundo que si explota, explota a carcajadas.
Son mundos en mi Vía Láctea, son el oxigeno de mi aire, son el color de mi vida, son la vida para mí.
Porque sin sus sonrisas matutinas, yo no sonreiría, porque sin sus abrazos llenos de alegría no podría ser yo. Porque cuando me faltan, se nota, porque cuando me faltan, no soy yo, porque cuando me faltan, mi mundo se apaga.
Las quiero y no por lo que tienen, si no por lo que son y por lo que consiguen que sea yo cuando están conmigo. Porque las quiero Y PUNTO. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario