miércoles, 4 de diciembre de 2013

Fui a dónde se envían los desvíos.

Barcelona. Que palabra más escrita entre mis deseos más ansiados. Que ciudad más visitiada y tan admirada por mis sueños. Esa ciudad en la que los sentidos se funden a pie de calle cuando sales de la estación. Ese olor inconfundible a Barcelona contaminada que tanto adoro. Sus paisajes y sus gentes tan diferentes, tan llamativas. El andar y respirar hondo y sentirte bien es algo que ansío poder hacer. Y las palabras en su idioma tienen algo que enganchan. Que un ' yo tampoco quiero que te vayas' suena mejor, mucho mejor y más si sale de ti. El otoño llega y se nota, las hojas empiezan a cubrir las calles y el marrón va dejando su huella. El frío de las mañanas te llena de energía en cuanto abres los ojos y solo te sale sonreir porque definitivamente estás en Barcelona y aquí todo es mucho mejor.

Quién dijo amigos dijo amor.

Los noviembres siempre habían sido fríos pero este quizás lo era un poco más porque ahora ya no tenía ni las peleas que los calentaban un poco. Iban ya dos años que no se felicitaban los cumpleaños por orgullo, odio, amor... quién sabe lo que era. Ellos eran una especie en extincion, .no podian estar ni juntos, ni separados, ni cerca, ni lejos. Sabian esconderse tan bien que cuando se veían parecían completos desconocidos pero siempre había algo que los delataba, algo que solo ellos podian llegar a percibir. A ella le temblaba el corazón y a él le temblaba el orgullo. Lo quería tanto que estaba dispuesta a pasarse toda la vida sufriendo por ser feliz teneniendolo a su extraña manera, no teniendolo. Ella era feliz cuando lo veía, cuando pasaban el uno del otro, cuando se peleaban, cuando incluso no se decían nada. Para ella cualquier detalle le parecía una indirecta, puede que así fuese o puede que solo fuera su esperanza avisandola de que aun seguía viva

Meteorología pura.

Hace tiempo que pensaba en escribirte y no sabia por donde empezar, hoy lo sé, empezare por el final, por contar que ahora solo puedo pensarte, que ya no recuerdo tu voz y que ahora solo puedo leer nuestros antiguos mensajes, que ya no queda ni una pizca de valor para mirarnos, que solo nos miramos de reojo y a tiempos alterados, siempre nos hemos querido pero nunca hemos coincidido, eramos como el Sol y la Luna, que solo coincidimos en un eclipse de Abril, y algunos atardeceres duraban de mas porque los planetas se habian alineado, pero ya ves, el espacio explotó y ahora ni con suerte se puede arreglar.