17 inviernos que pasaban volando como golondrinas en equipo por los cielos azules que cada dia la observaban levantarse de mal humor para ir al intituto y que allí rodeada de toda la gente que la apreciaba no paraba de sonreir y de reir y de ser feliz porque realmente lo era y asi lo demostraba.
Habia pasado veranos buenos, malos y veranos pasables, pero este verano la habia hecho recaer en pozos sin fondo de horribles llantos que la ahogaban cada dia que pasaba, pero nunca estaba sola, porque cada vez que estaba mal sus amigas la ayudaban a ser feliz de nuevo, y no se cansaron de ayudarla y no se cansaron de aguantarla y ella les daba las gracias cada dia por ello.
Y ese verano en el que deseaba que el invierno llegara y sacara del armario esas sudaderas que tanto le encantaban se acabó y llegó el frio invernal triplicado y ahora se volvia a sentir sola, pero no lo estaba y perdió la batalla en la que tantos días, y tantos meses habia perdido todas sus fuerzas continuamente, pero no sentía que habia perdido, porque ella nunca se retiró y nunca se dió por vencida ¡NO! Ella llegó hasta el final, sin fuerzas y en el ultimo momento se dio cuenta de que toda esa batalla no valía la pena pues el premio de victoria no tenia valor alguno en su interior. Y decidió dar fin a sus problemas y siguió su vida, esperando una sola fecha; 6 de Noviembre. Y sin darse cuenta llegó ese dia en el que todo el mundo le recordaría, de corazon o por compromiso, lo mucho que la querian y ella fue feliz desde que se despertó y miró en Whatsapp todas las felicitaciones y vió despues la sonrisa de sus amigas a las 7:38 de la mañana y fue feliz cuando llegó a casa y dió las gracias a todos y cuando ya pensaba que nadie mas le diria nada aparecieron personas algo alejadas de ella y la hicieron llorar y esas lagrimas tan necesitadas rompieron la barrera de la madurez que tanto ansiaba cruzar. Y empezó a valorar a toda esa gente que la habia felicitado de corazón y se lo demostró con palabras sinceras diciendo todo lo que hacia tiempo que no les decia y lloró y cuando no podia más, sonó el timbre y no podía ser mejor sorpresa que la de ver a sus Golondrinas y a un acompañante con una sorpresa, una pancarta en la que se recopilaban palabras de agradecimiento mutuas y fotos , y no se si ellas lo sabian, pero los regalos así eran mas importantes que los que se compraban en tiendas, y sus lagrimas se conviertieron en sonrisas y en unas ganas locas de vivir la vida, y de comerse el mundo.
A dia de hoy, sigue poniendo en practica esa madurez dejando a la gente vivir su vida y demostrando lo que son para ella sin orgullo alguno, porque solo hay una vida y si hay algo mejor que ser feliz uno mismo es serlo con la gente que más te importa.
