domingo, 5 de febrero de 2012

Ese sitio donde dejarte llevar, es posible.

Aquí dentro las cosas malas desaparecen, todos los problemas se vuelven aire y salen por la ventana antes de bajar la persiana, antes de apagar las estrellas y antes de darle las buenas noches a la Luna, que cada noche vigila tu cuarto desde fuera para que nada ni nadie te ataque. Todos los sueños se dejan ver y hacen que te embriagues en esa sensación de que el tiempo pasa más rápido que nunca, y cuando viene un poco de frío tú coges las mantas y te acurrucas apretándote el cuerpo. Es allí donde la oscuridad te protege de los monstruos, donde te protege de los malos pensamientos, donde lo único que importa es que tu almohada esté mullida y blanda, donde pensarte no es la primera cosa que me apetece hacer, donde el único miedo, es que suene el despertador para marcarte el comienzo de la rutina diaria, para avisarte que los problemas están tocando la puerta.

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