Y salió corriendo buscando una solución a sus problemas, una señal que le dijera por donde debía ir o si lo que estaba haciendo realmente estaba bien o si era verdaderamente lo que ella quería o sólo era una obligación que su cabeza le mandaba al corazón. Y la vida le concedió esa respuesta tan esperada, tal vez no la que buscaba, pero no pedía más, tan solo una señal, y ahí estaba, él. Y pensando pensando decidió olvidar y cambiar de aires.
Finalmente ella creía y él mentia, como siempre
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