por los bordes del mar,
que nadie conocía,
por los bordes de los que sólo
yo tenia idea.
Y cuando llevaba noches
de viaje, me di cuenta
de que no era el camino
que quería recorrer,
el camino que acabaría mal
como otras veces ya lo había echo.
Y cuando vi a la Luna aparecer
me dí cuenta y recordé, que aquella
noche, más que estar con una
conocida, a ti te apetecía
besar la boca de una desconocida.
irene Gonzalez Nicolás
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