lunes, 14 de marzo de 2011

Sin preguntar, siempre acierta...con poca vista y a ciegas también. Dándole y dándote vueltas, se va tu alma y la mía se quiebra. Tengo los pies muy cansados de andar buscando tus pasos...me cambiaré de zapatos ¡no hay tiempo para el descanso! Qué difícil es desaparecer y al volver mirar de nuevo al reloj. Cada vez que duermo, cada vez que utilizas mis sueños para hacerte ver. Cada vez que preguntas, cada vez…si me va mal, descuida te lo haré saber. Haces que vuele tan alto...quererte tanto no cuesta trabajo. Todos los bellos caminos, son de mentira, no llevan muy lejos. Qué difícil es desaparecer y al volver mirar de nuevo al reloj. Desde que te conozco me falla la conciencia, cada día echo de menos tu presencia; me cuesta tanto imaginar...

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